Jean Valjean, es el protagonista del relato. Hijo de Juana Matieu y Juan Valjean, seguramente contracción de voilá jean, ahí está Juan. Se trata de un hombre de pueblo al que se lo nota el transcurso de los años, en lo canoso del cabello que hace que se le acabe conociendo por el mote del señor Blanco. Es un hombre con una gran fuerza de espíritu a pesar de todo lo vivido. Su horror comienza cuando al ver a su familia hambrienta no puede pensar en otra cosa que en acabar remediando ese problema y por ello, es conducido a romper el cristal de una panadería para robar pan. Así, empieza su ocaso siendo encarcelado por el hecho cometido. De esta manera, Jean toma conciencia de la inquietud cometida y su natural bondad decae al tener que hacerse duro para afrontar la cárcel y comienza a odiar a Dios y a la Humanidad:
Sin embargo, su deseo de libertad lo llevan a la fuga y lo único que consigue con ello es alarga su pena.
Ante tal situación podemos observar como en esta evolución encontramos la filosofía de Rousseau en su obra El Contrato Social, donde dice: “El hombre es bueno por naturaleza pero se hace malo por culpa de las instituciones sociales”.
Después de acabar el cumplimiento de su condena, sale llevando consigo un pasaporte que apunta su condición de forzado. Todo él ha experimentado un cambio profundo, se ha vuelto un ser antisocial que no sabe como volver a subirse al carro de la sociedad.
No era un ladrón pero los años en el presidio calaron en su ser. Tras su salida del presidio observó que no había hueco para él en un lugar irremediablemente injusto, y se decantó por robarle a un gran hombre como era Monseñor Myriel al que le quitó sus candelabros de plata y más tarde, fruta a un niño.
Ante estas dos acciones Valjean fue haciéndose consciente de sus bajezas y humillaciones, por lo que se propone reinsertarse y volver a ser un hombre de bien: Termina logrando su propósito y esto según Víctor Hugo se debe al exclusivo valor del bien que acompaña al individuo desde el primer instante en que ve el mundo, siempre influido por las ideas revolucionarias así como las del autor Jean Jacques Rousseau.
Pero a pesar de su cambio, como un hombre nuevo que alcanza una favorable vida bajo el nombre de señor Magdalena, las instituciones y la sociedad se empeñaron en destruirlo volviendo a poner sobre la mesa su pasado. Además, a lo largo de toda la obra sigue siendo perseguido como si los responsables de llevar a cabo el cumplimiento de la ley pensaran que quien obra mal en un determinado momento de su vida no puede reinsertarse y acabar haciendo el bien.
sábado, 19 de marzo de 2011
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